Proporciones, espacio y armonía: claves de la legibilidad
La tipografía está de moda. Además de utilizarse como
elemento visual a modo de imagen, refleja la
personalidad de la marca y es clave para que el lector
muestre atención a nuestras palabras.
La idea fundamental es conseguir que, al llegar al contenido
online, el lector atienda, entienda y reciba con
claridad el mensaje.
Aunque parezca obvio y sencillo, detrás hay un proceso de
selección y diseño cuyo resultado es una tipografía
distintiva y legible en un espacio claro que da sensación de orden y
armonía.
Para eso, tanto la elección de fuente, el tamaño y la
jerarquía juegan un papel fundamental en los contenidos digitales.
Escollos como letras muy pequeñas, tipografías extrañas, cuya
lectura requiere más tiempo del necesario, párrafos con longitud desigual o
escasez de espacio en blanco, provocan el abandono del texto, sin que el lector
sepa con certeza por qué.
Medidas, jerarquía y énfasis en la tipografía online
Qué tipografía escoger
Ver post sobre cómo elegir tipografía: serif, sans serif,
caligráfica, etc. Clic aquí.
Tamaño de letra
Lo que impreso parece correcto, en formato online no es
suficiente.
Un tamaño igual o superior a
los 12 puntos es el recomendado. De hecho, muchos expertos prefieren como medida los 16 puntos.
Las dimensiones de la fuente
Como podéis comprobar en la infografía, con el mismo tamaño
(puntos),cada tipografía tiene una dimensión, dependiendo del grosor y altura de los trazos, y del espaciado
entre las letras.
Las fuentes condensadas, ligeras o delgadas ocupan menor
espacio que la tipografía en negrita o ultra, y esto hay que tenerlo en cuenta
a la hora de determinar la longitud de las líneas.
Tamaño del párrafo
La longitud de la línea de texto es capital para el lector.
Si es muy corta, el ritmo de lectura es entrecortado
constantemente
Si es muy larga, aunque nos parezca raro, resulta más
complicado encontrar el inicio de la siguiente línea cuando saltamos de una a
otra.
El tamaño recomendado se encuentra:
Entre los 40 y 80
caracteres, incluidos los espacios.
Si se trata de varias
columnas, un máximo de 50.
Interlineado
El espacio entre líneas
depende del tamaño de la fuente. Aunque llega un punto en el que, si
la tipografía es de tamaño grande, como en titulares o cuando es un elemento
visual, el interlineado deja de ser proporcionado y hay que reducirlo.
Los expertos recomiendan un
espacio entre +120-130% del
tamaño de la letra.
Alineación
Si el texto está alineado a la izquierda, como suele ser, lo
importante es mantener una armonía en la
longitud. Una línea corta seguida de otra mayor da
imagen de desorden, por lo que organizar el texto de manera que las líneas sean
equilibradas da al lector la sensación de equilibrio.
Jerarquía y énfasis
Si el cuerpo del texto es de
16 puntos, los titulares estarán entre los 48 y los 28 puntos, siguiendo un orden
descendente.
Los patrones de proporción entre títulos, subtítulos y
cuerpo del texto suelen estar marcados pero actualmente, de acuerdo con la tendencia en la que la
tipografía es un elemento visual más, estas proporciones cambian.
Cuando los titulares son un elemento visual llamativo, no tienen un tamaño proporcionado al cuerpo del texto. Aumentar el
tamaño de la fuente es una manera de dar énfasis a una parte del
texto.
Otras formas son:
El uso de negrita y cursiva.
Cuyo uso debe ser puntual porque, de lo contrario pierde efectividad y da
sensación de caos, dificultando la lectura.
El uso de colores que
contrastan con el resto del texto y del color de fondo.
Con la avalancha de información a la que nos vemos sometidos, y también disfrutamos, cualquier complicación de la lectura hace que no demos una segunda oportunidad a contenidos, por muy valiosos que sean. Cuando en nuestra pantalla tenemos que aplicar el zoom para leer, empieza la cuenta atrás para abandonar el texto.
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